Tengo que asumir que soy un poco melodramática. El amor es la base de todo para mí, cuando estoy bien en el amor, el resto no importa, pesa menos.
Pero los problemas amorosos han sido siempre una gran piedra en el zapato para mí, será que no sé como resolverlos, será que me aferro a las personas y pongo demasiado en cada relación, no lo sé.
Ojo! No ando ahogando a la gente ni nada que se le parezca, pero me gusta cuidar a la persona que quiero.
En el fondo soy más Susanita de lo que aparento. Sí, quiero un amor, un amor de verdad, con quien despertar a la mañana y desayunar en la cama, que me traiga chocolates los días de lluvia y un ramito de jazmines cuando estoy triste.
Pero bueno, como todo cuento, a Susanita no le son fáciles las cosas y para llegar a su amor deberá convivir con madrastras o huir de dragones. Y me lo tomé siempre bastante bien, pero bueno, creí que todo estaría resuelto a esta altura no que tengo veintinueve años y no sé qué camino conduce al lobo y cuál a la felicidad.
Maru,
ResponderEliminarA Susanita le pasa lo que nos ha pasado a todas, cree que el verdadero amor no llegará, pero se equivoca. Dile que llegará, quizás cuando no lo espere y entonces todo será como lo ha imaginado.
Muy tierno el relato.
Un abrazo